Pensé por mucho tiempo no volver a escribir. El dolor en este tiempo fue tan profundo que realmente consideré de forma seria dejar de hacerlo, al menos por un tiempo. De todas maneras, las pasiones existentes jamás pueden ocultarse, y aunque deseaba no profundamente no hacerlo, era inevitable. Mis historias están en mis cuadernos, en mis paredes, y en mi mente. Ayer, hablando con un dulce desconocido, llegué a la conclusión de que debía volver a hacer públicas mis emociones. Así que acá estoy otra vez, dispuesta a entregarles mi alma. Siempre se vuelve.
Con amor, Paula.
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