Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo.
Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mí misma.
Cuando conocí la humillación y la sumisión total, fui libre.
[...]
Yo no quería salvar a la humanidad, ni a él, ni a mí misma; simplemente estaba allí.
El arte del sexo es el arte de controlar el descontrol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario