miércoles, 23 de febrero de 2011

Paula en el carrousell.

y los espejos son sonrisas 
la sortija un aparato de amor. 
Paula en el carrousell y los caballos de madera que la mecen 
y le mojan la piel. 
Ten piedad, no seas así, no le des patadas a los locos. 
Ten piedad no seas así,
voy desvaneciendo sin tu amor. 
El sol empieza a salir y en los jardines de tu mente hay estatuas que ella debe pulir. 
La luna empieza a llorar  y cuando todo es tan plateado hay colores que no pueden entrar. 
Ten piedad, no seas así, no le des patadas a los locos. 
Ten piedad no seas así,
voy desvaneciendo sin tu amor. 
Ya a través de la sortija, ella lo convirtió en un caballo que gira y gira a su alrededor. 
Tanto girar, girar es un efecto. 
Tanto esperar, esperando que se haga realidad, él se pasa girando sin parar. 
Nada es perfecto. 
Paula en el más allá es una estrella clandestina que ilumina los despojos de amor. 
Él sólo quiere mirar la calesita de los sueños
que se fueron y ya no volverán. 

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