miércoles, 1 de diciembre de 2010

All your life, you were only waiting for this moment to be free.

Un día se presento un pájaro en mi camino y lo besé, era tan lindo, tan libre y tan especial para mi..
Recorría mil cielos y a pesar de eso volvía siempre a mi nube de cristal.
Después de un tiempo el cristal no resistió, él no estaba y yo caí.
Aprendió a volar tan alto, que jamás volví a alcanzarlo.
Entre susurros confusos lo esperé, lo lloré, me apagué, me sentí miserable, hasta que un día me cansé.
El dolor viajó tan hondo, que me sumergí con el sin conciencia.. y me perdí.
Me perdí en un laberinto sepia, 
un laberinto el cual aparentaba no tener salida; y el dolor me arrastraba un poco mas.
Ese dolor ya no está, quizá se transformó, quizá se perdió o quizá se esfumó 
y yo.. yo me recuperé y me dí cuenta de que merezco lo que tengo y lo que NO, también.
Porque los pájaros vuelan alto y en algún punto se vuelven inalcanzables, queramos o no.
Porque vivir no se basa en el dolor, se basa en el amor.
Y al renacer después de decenas de noches de insomnio, fui yo.
Fui yo quien no perdió, fui yo quien se equivocó, fui yo quien volvió, fui yo y nadie más que yo.
Nuevos corazones florecen alrededor.. Sincerandome, me da igual.
No necesito de emociones para vivir (al menos hoy, no).
No hay canciones, no hay instantes, no hay sueños ni proyectos,
nada queda en plural y en singular.. tampoco.
La soledad me espera entre amaneceres, noches, días, meses.
Sonrisas, palabras, amistades, colores y cristales.
Pero en éste cuarto todo está roto, en éste cuarto todo está mal 
y con los pies sobre la tierra, admito que eso.. 
eso es todo lo que hay.

1 comentario: