domingo, 26 de septiembre de 2010

She said

Un poco harta de las tormentas estoy, ya no entiendo y no sé.
De a poco voy llegando a límites a los cuales no quiero llegar,
de a poco voy conociendo un poco más.. de mí.
Siempre esperé momentos como este
ahora no sé si los quiero.
Hoy no llueve, pero en mi interior sí,
inevitables estas cosas son, pero.. ¿Qué hacer?
Da igual que hacer o no. Sé que no existen casualidades.
Causa y efecto, la causa es el destino, el efecto, éste..
pierdo el eje más seguido de lo que el mundo cree,
nadie sabe, ni puede sentir como yo.
A veces creo que es más difícil la vida de lo que yo imaginaba,
vamos creciendo y cada vez el camino es más cruel.
Los tropiezos sentimentales cada vez están más presentes
y yo.. yo vivo en desequilibrio, en el límite del abismo
y a veces caigo, y a veces quiero seguir, y a veces.. a veces no.
Controlo mis impulsos sólo para no lastimar,
ni arrepentirme después.
En realidad, eso tampoco lo controlo yo.
Me siento una inmigrante en mi mente hoy,
escribo ésto sólo para recordar que hay días en los que me pierdo en mí.
En instantes como éste, dejaría que todo se derrumbe,
que lo que construí, se desvanezca, pero estúpida o no,
prefiero callar.
Igual que hace años atrás, igual que hace meses atrás, igual que ayer
igual que cada día de mi vida.
Caigo, sí. Dormir sería la mejor opción,
lamentable es saber que es en vano,
porque cuando despertás, todo eso sigue ahí
y la angustia crece cada segundo.
Mis sueños ya no son sueños,
quisiera estar cubierta de una burbuja de cristal,
ser intocable, impenetrable, inalcanzable
o morir.

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