domingo, 17 de octubre de 2010

Dijimos y prometimos

Dijimos que la primavera no debería ser gris, dijimos que ésta vez lo íbamos a dejar pasar,
nos prometimos felicidad, ¡Qué absurdo! Nos confiamos nuestras almas..
¿Cuántos errores más podíamos cometer?
Yo no tengo mucho tiempo, en realidad, casi nada.. pero voy a derrocharlo así,
a mi manera.
Con mis desequilibrios y mis rayes; con mi amor y mis sueños..
con mi vida 
(si es que a ésto se le puede llamar vida)
y lo pienso todos los días, y te pienso todos los días.
Bienvenidos a mi primavera gris.

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