martes, 5 de octubre de 2010

¡Todos saben que te quiero!

Él había pasado una noche entera sin dormir.
Ella.. ella también. Un plan siniestro (?) se cruza por su mente.
"Pasaré a buscarte" Dijo ella.
Él, no le creyó, dijo que ésta sería una más,
una de todas esas veces en las que ella prometía ir a buscarlo
y finalmente, no lo hacía.
Ella estaba dispuesta a hacerlo.
"Hasta que no te tenga enfrente mío, no voy a creerte" Dijo él.
Ya era tarde, estaba amaneciendo.. ellos mantenían sus ojos abiertos.
Ella virtualmente se fue, él.. también.
Ella se duchó, se cambió, se pintó, era una mañana fría, pero no se abrigó.
Tomó un colectivo, dos.. y  llegó.
 Ella lo llamó y le dijo "estoy esperándote"
él fue a buscarla.
Se abrazaron, caminaron y sin saber bien qué hacer.
Terminaron sentados en una plaza, envuelta de chicos correteando y palomas por doquier.
Hablaron, de sus vidas, de música, de cosas.
No sabían si soñaban o era real.
Se mantenían dormitando.
Los ojos se cerraban, había viento y ella empezaba a sentir frío.
"Llegó el momento de irme" dijo ella.
Él le pidió que se quedase un poco más. Ella lo hizo.
El fin se presentó, caminaron un poco más, se abrazaron fuerte y no volvieron a verse.
Así es como las cosas suceden a veces, así.
Recuerdos efímeros del día se presentan de vez en cuando,
pero se mantiene como un sueño,
un pequeño sueño..

(La maldad de Desiderio a flor de piel)

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